Me pidieron que pintara uno de mis cuadros preferidos, pero
con bastante dificultad, Gustav Klimt, el cuadro de la madre abrazando a su
bebé.
Tuve claro que lo quería pintar, sabiendo que tendría diferencias
con el original, eso seguro.
Esta es mi versión, acercándome todo lo que he podido, y
aquí está en el frente de una de mis mochilas, sin duda todo un regalo.